Y ya pusimos fin a una etapa de la vida, la
vuestra y la mía.
Y aunque ha pasado poco tiempo, la
nostalgia va entrando poco a poco en mí.
Estos últimos días en el cole, al entrar en el
aula, vacía de vuestra presencia, toda una ola de sentimientos me invadía al
pensar que todo lo vivido aquí por vosotros y por mí, ya no se volverá a
repetir. Pero simpre estaréis en mi recuerdo todos y cada uno de vosotros:
El
perfeccionismo, la originalidad y la inventiva de Aldara, que me mantenían
siempre maravillada, la perspicacia de Antón y su sonrisa pícara al pillar mis
palabras irónicas, las dotes organizativas de Laura llevadas a cabo con una
sonrisa, la dulce mirada de Dalila que me envolvía en una caricia, la alegría y
vitalidad de Javier, el ir y venir de Jorge en un vaivén nervioso cuando tenía
que hablar, las palabras animosas de Carmen, con su melena siempre al viento, la
genialidad de Aarón en sus dibujos y en su forma de vestir, siempre elegante,
siempre in, la mirada enigmática de María siguiéndome por el aula, los buenos
deseos de Almudena para el fin de semana, el pozo de sabiduría de Eduardo y su
apasionada forma de exponer los temas, las anécdotas de Jose con sus perros y
su oveja, los abrazos de Sara nada más entrar por la puerta y su constante aporte
musical para el blog y para el aula, el buen hacer, tanto literario, como
social, de nuestro delegado Joel, siempre amable y alegre para todo, la
ansiedad y vivacidad de Andrea, la suavidad de las palabras de Juan, el entusiasmo
y vitalidad de Helena siempre dispuesta para todo, la tranquilidad de Ismael,
el cariño de Sandra y su visión diferente del Mundo y de la Vida, el encanto y
la dulzura de la sonrisa y los abrazos de Isabel, la simpatía y eficiencia de
Nicolás, siempre responsable y acertado, la vitalidad de Tomás, la risa
contagiosa de Uxío, el entusiasmo con que Anxo acometía todas las tareas, la
rapidez, originalidad y brillantez de Uxía... Vuestro cariño Y los abrazos y los besos sobre todo de este último mes... Y todos esos detalles que vosotros y yo
sabemos... Que nos unieron cada día...
Quiero agradeceros vuestras palabras que me
llenan de emoción siempre que las leo... Me gustan mucho, por eso, por
emotivas, y porque veo que os expresasteis como yo traté de enseñaros, y, al
verlas, creo que lo conseguí... Muchas gracias por haberme dejado ser vuesta
profe estos dos últimos años, de verdad que fue todo un privilegio... Sois una
clase maravillosa. Y como decimos siempre, este no es un adiós... Es un hasta
siempre... Y nos seguiremos viendo andando por el mundo...